¿Que si creo en fantasmas?
Claro que si. Los he visto emerger de la oscuridad de la noche. Tan sigilosos, tan taciturnos como el viento que levanta con cadencia las cortinas de las ventanas de mi cuarto.
Los he sentido posarse junto a mi, susurrándome al oído palabras de amor. Esas que nunca tuve el valor de decirte.
Torturándome por los abrazos que no te di y que hoy solo me dejan el frió de esta amarga soledad.
Castigándome por permitir que este amor tan puro, tan hermoso, tan lleno de de bondad se marchitara antes de poder florecer.
Desolandome al saber que lo único que me queda es un triste recuerdo y las lagrimas de un corazón enfermo.
Matándome con el fuego de esta pasión que permanece tan viva como ayer.
Consumiendo mi alma y renovando mi agonía entre las cenizas del olvido, mostrándome los pedazos de esta ilusión, de este anhelo. Que hoy solo son el reflejo del espejo roto de mis sueños. Estos son mis fantasmas ¿Cuales son los tuyos?
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